La ley de protección
integral contra la violencia d género ha supuesto un gran hito contra la
violencia de género en España. No podemos negar que dicha ley ha hecho que la población
española se conciencie en el tema de los malos tratos. Algo que hemos notado
en el descenso de mujeres
españolas muertas a manos de su pareja (a
pesar de que el número de muertes por año es el mismo, cada vez son menos los
agresores españoles. Actualmente, el 35% de las muertes se dan en parejas
extranjeras, sobre todo latinoamericanas, donde el machismo está más permitido
que en nuestra sociedad).La
delegada especial del Gobierno contra la
Violencia sobre la
Mujer , Encarnación Orozco, opina que ``esta ley
es integral porque implica tanto la sensibilización y prevención de violencia
contra las mujeres como la atención y el reconocimiento de las víctimas, así
como la necesaria sanción y la persecución del agresor…´´
Pero mirando
el contenido de la ley me he dado cuenta de unos cuantos aspectos que no
pensaron en introducir nuestros queridos legisladores. Por ejemplo, las
amenazas y coacciones son delitos solamente cuando las comete un hombre y una
falta cuando las comete una mujer.
Es sabido por
todos que al igual que existe hoy en día el maltrato hacía la mujer también existe
el maltrato hacia al hombre. Esta ley deja totalmente desprotegidos a todos
aquellos hombres a los que, si ya de por si les cuesta a un gran número de
ellos reconocer que son agredidos por una mujer, encima su denuncia tiene menos
valor que la hecha por una mujer. Otro aspecto que se les ha olvidado es
contemplar es que hoy en día los matrimonios ya no tienen por qué estar
compuestos por un hombre y una mujer. Nos encontramos que una ley que solo
ampara a mujeres agredidas por hombre, por lo cual un matrimonio homosexual en
el cual existan malos tratos, si es una pareja compuesta por dos mujeres, a la
hora de denunciar tenemos un problema.
Estos dos son
problemas muy importantes, pero el mayor de ellos es el de las denuncias
falsas. En el país, no hace mucho, nos encontramos con el titular “Un
hombre pasa 11 meses en prisión por 8 denuncias falsas de maltrato en Sevilla”.
En conclusión, nos encontramos con una ley que se centra demasiado en
que la violencia de género es consecuencia de sociedades machistas que ven a la
mujer como algo `inferior´, pero a día de hoy queda demostrado que esa no es la
única causa de que el germen de la violencia de género siga vivo en nuestras
sociedades. Da la impresión de que no se tuvieron en cuenta a la hora de
redactar la ley los distintos modelos de parejas que existen hoy en día o el
hecho de que el hombre no es siempre el malo.
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